Oliver se puso a llorar
Había una vez un niño que se llamaba Óliver.
La casa de Óliver se quemó.
Y lloró tanto-tanto, que tardó dos días en parar. Pensaba un montón en su casa.
Y buscó, y encontró una casa que olía fatal.
Había una vez un niño que se llamaba Óliver.
La casa de Óliver se quemó.
Y lloró tanto-tanto, que tardó dos días en parar. Pensaba un montón en su casa.
Y buscó, y encontró una casa que olía fatal.
Comentarios
Publicar un comentario