La SN (parte 15)

Caótico, el ser más poderoso del universo, se presentó en la puerta de la base de la SN tal como hizo su hermano Caos unos días atrás.

— Sí; tú eres el pibe ese que por la carísima se cargó a su propio hermano, ¿no? —dijo Gamegold.

— Jaja muy gracioso. Pero sí, soy exactamente ese y os voy a proponer un trato: vosotros me dais las gemas y os piráis a vivir vuestra vida de humano miserable.

— Vale, un segundo. ¿Por qué demonios íbamos nosotros a hacer eso? —preguntó Rayo

— Fácil. Porque si no, estáis muertos.

— ¡Pues venga! ¡Atrévete a matarnos! —le grito Hielizno al villano.

— No, todavía no. Quiero que duréis más. Pero habéis elegido el camino difícil.

El villano creó un portal de color negro, cogió a los niños, y los lanzó al portal.

La SN apareció en un mundo muy… caótico.

— ¿Dónde estamos? —preguntó Plutino6.

— Como si lo supiese —respondió Gamegold.

De repente, una roca salió disparada hacia la cabeza de Rayo, pero el niño, antes de que la roca le diese, le lanzó un rayo y la roca se rompió en pedacitos.

— ¡Madre mía! —exclamó Rayo.

— Oye chicos, mirad eso —dijo Hielizno.

El niño señalo a un castillo en ruinas.

— ¿Vamos? —preguntó Plutino6.

— Vamos —respondió Rayo.

Los niños fueron hacia el castillo y cuando llegaron, el castillo se recompuso para convertirse en un castillo en condiciones. La SN entró. Nada más entrar un cubo gigante de lava cayo sobre los niños, pero Hielizno fue rápido y lo congeló.

— Esto parece estar lleno de trampas —observó Plutino6.

— No me digas —respondió Gamegold irónico

Los niños avanzaron con cuidado para no intentar caer en ninguna trampa, pero fue difícil. Registraron varias habitaciones, pero no encontraron nada muy interesante. En una, había unas escaleras que llevaban hacia abajo. Los niños bajaron y se encontraron con una habitación prácticamente vacía. Solo había un pequeño cofre.

— ¿Deberíamos abrirlo? —preguntó Rayo

— Yo lo haría, pero tenemos que ir con cuidado: puede ser una trampa —respondió Plutino6.

— Sería mejor que solo se acercase uno. Por si acaso —propuso Hielizno.

— Voy yo —dijo Gamegold.

Gamegold fue adonde el cofre y lo abrió. Dentro había cuatro papeles con un símbolo y un mapa. El niño los cogió. Y de repente aparecieron un montón de mini-caóticos y empezaron a atacar.

Continuará...